Se trata de una espléndida introducción al uso que el Antiguo Testamento hace de las ideas religiosas de los antiguos vecinos de Israel. Currid compara los relatos bíblicos de la creación y el diluvio con las versiones de las culturas vecinas y muestra cómo la Biblia menosprecia y rechaza las ideas teológicas de Babilonia, Egipto, los hititas y los cananeos.
Este proceso, que Currid denomina “Teología polémica”, sirve para demostrar la soberanía única del Dios de Israel. Se trata de un enfoque muy positivo de las cuestiones planteadas por los paralelismos extra-bíblicos y es muy preferible a considerar que los paralelismos muestran que la Biblia simplemente tomó prestadas ideas y mitos paganos.
–Gordon J. Wenham
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