Los cristianos están bajo una presión cada vez mayor para que guarden silencio. Se nos ha hecho creer que en el mejor de los casos nuestras creencias son anticuadas, y en el peor son peligrosas. Silenciados por el temor, es demasiado fácil quedarse callados.
Pero nuestra fe cristiana nunca estuvo destinada a ser privada. A los seguidores de Jesús se les ha instruido para que sean deliberada y voluntariamente diferentes, tratando de compartir con todos las buenas nuevas que han escuchado que cambian la vida, sin importar el costo. Nos podría parecer que nos quedamos muy cortos de este confiado estilo de vida evangelista, pero John Lennox nos muestra que cada uno de nosotros puede convertirse en un testigo eficaz del evangelio.
Usando ejemplos de la Biblia y de su propia vida, John explica cómo podemos compartir a Jesús con amabilidad con nuestros amigos a pesar de nuestros miedos. Argumenta que no solo es posible hacer frente a la presión que la sociedad ejerce sobre nosotros, sino que, a medida que lo hacemos, descubriremos que estamos creciendo en fuerza y gozo.
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