Como leerá en este libro, Jonathan Edwards enseñaba, basándose en la Escritura, que cuando Dios convierte a los pecadores, lo más importante que hace es renovar sus corazones. Se llena de su Espíritu; altera sus “afectos”. Edwards insistía a los suyos que la conversión es algo real.
Esta obra es un instrumento tremendamente útil que beneficiará tanto su intelecto como su espíritu. Habla de Jonathan Edwards, un teólogo norteamericano del siglo XVIII, un personaje que ha conformado en gran medida la vida intelectual y religiosa de muchas personas hasta nuestros tiempos, y que ha influido en ella. En este estudio, el profesor Simonson se centra en diversas maneras esenciales para comprender y describir el camino a la salvación tal como lo expuso Edwards, incluyendo la narrativa, la experiencia y, un rasgo aún más distintivo de Edwards, “los afectos”.
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